En línea con la construcción, el refugio es administrado por voluntarios. Todas las ganancias de la gestión son destinadas para sustentar los proyectos activos en las misiones de la Operazione Mato Grosso en Perú, Bolivia, Brasil y Ecuador.
La estructura modernísima, ha sido decorada con muebles de madera maciza producidas en las cooperativas de carpintería Artesanos Don Bosco de la Operazione Mato Grosso en el Perú.
Desde la amplia terraza se puede disfrutar del hermoso paisaje del valle.
Hay un servicio de bar-restaurante con cocina casera atenta a los productos típicos del territorio (como por ejemplo el famoso Jambon de Bosses).
El salón, calentado por la curiosa estufa de hierro fundido, es capaz de hospedar al mismo tiempo hasta 90 personas. También hay un área de relajamiento con espacio lectura para los adultos y una zona juego por los más pequeños.
Las camas son 64, distribuidos en cómodas habitaciones de cuatro hasta doce puestos.
El dormitorio invernal es de 8 puestos, y se accede desde el lado oeste del refugio a través de unas escaleras.
Las duchas y los servicios son en común. El refugio está equipado con agua caliente bajo solicitud.
Se aceptan pagos con cajero automático o tarjetas de crédito.